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Su Madre Naturaleza #17: Homenaje a Thomas van der Hammen

Patricio von Hildebrand

En los siete años (2014 a 2021) transcurridos desde la producción de este programa algunos de los aspectos que en él se mencionan han cambiado.

El PNN Serranía de Chiribiquete recién ampliado a cerca de 2,8 millones de hectáreas, se volvió a ampliar y, actualmente, se extiende sobre más de cuatro millones de hectáreas. En ese mismo año de la nueva ampliación (2018), el PNN fue declarado Patrimonio mixto (natural y cultural) de la humanidad por la UNESCO.

En el 2014, el PNN estaba rodeado por franjas de bosque bien conservado que se extendían por más de 70 km hasta llegar a zonas sometidas a la tala de bosques, la apertura de potreros y la siembra de cultivos de uso ilícito. Con la nueva ampliación, buena parte de estos bosques quedaron protegidos pues los límites del PNN, en particular al occidente, al norte y al nororiente, se extendieron hasta colindar con estas áreas de colonización.

Si bien, a raíz de los acuerdos de Paz firmados por el gobierno con la guerrilla, la región entró en una calma relativa, los espacios “liberados” por las FARC fueron ocupados por grupos alzados en armas que no se acogieron a dichos acuerdos y por otros grupos dedicados al narcotráfico y la explotación minera ilegal.

En la actualidad, estos actores dominan amplios territorios de la Amazonia y han reestructurado sus rutas de narcotráfico y explotación minera a lo largo de trochas y de ríos que les permiten conectarse con los países limítrofes y con la zona andina del interior del país.

La presencia en estas zonas de funcionarios de Parques Nacionales constituye un estorbo para estas bandas criminales que, en el año 2019 declararon a estos funcionarios, y a los de cualquier entidad de investigaciones que trabajaran con ellos, como objetivo militar. Desde entonces no hay presencia del estado en estas áreas protegidas, incluido el PNN Chiribiquete, y las investigaciones de todo tipo han sido suspendidas.

La deforestación en la Amazonia siguió a un ritmo desenfrenado. Según datos del IDEAM entre 2015 y 2019 cerca de 510.000 ha de bosque fueron destruidas y, según reportes de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS),  tan solo en el primer semestre de 2020 la destrucción alcanzó cerca de 94.000 ha, un área casi igual a la deforestación total del año 2019 (98.256 ha). Como en períodos anteriores la deforestación se concentró en los municipios de los departamentos de Caquetá y Guaviare que rodean al PNN del Chiribiquete.

En este PNN, libre de toda destrucción humana en el momento de su segunda ampliación, la deforestación acumulada, entre 2018 y 2020, fue de más de 1.000 ha. Como vemos, aún si ahora contamos con una de las áreas protegidas continentales más grandes de Suramérica, que además es Patrimonio mixto de la humanidad, el panorama general es más bien sombrío.