¿Qué pasará cuando se termine el acompañamiento internacional en dos meses?
Por: Margarita Pacheco M.
En una lluviosa tarde de febrero del trópico frío, en la Casona del Chicó en Bogotá, se juntaron saberes ancestrales con saberes europeos. Fuimos testigos privilegiados de un encuentro de 86 representantes del Guaviare en diálogo con dos embajadoras europeas: de la Unión Europea y de Austria, en Colombia. Taitas, Payes Jiw, campesinos emprendedores , mujeres indígenas artesanas y niños de los pueblos Nukak, Jwi, Tukano y Desanos, afrodescendientes, agricultores y ganaderos de origen andino que conviven en poblados y selvas del Guaviare, en la región de La Macarena. Todos ellos visitaron recientemente los jardines de una reserva de biodiversidad urbana de la capital del país.
Los embajadores indígenas y campesinos del Guaviare recorrieron muchos kilómetros desde sus fincas y poblados amazónicos para venir por el río, trochas y carretera desde San José del Guaviare hasta Bogotá. Vinieron a mostrar cómo se está tejiendo La Paz territorial en una de las regiones Amazónicas más afectadas por la guerra.
En parajes donde antes se producía coca, ahora se siembra cacao, plátano, guayaba, tomate, yuca, limonares, piña, corozo, chontaduro; se recoge miel y semillas del bosque. Se está aprendiendo a hacer ganadería sin afectar las fuentes de agua para no tener que deforestar los bosques sin piedad.
A uno de los campesinos del programa SI Guaviare, de origen boyacense, le brillan los ojos y con orgulloso habla del cambio en la región. Confiesa que después de sembrar coca durante más de diez años y decidir tener una granja integral para sembrar alimentos, siente la tranquilidad que les ha traído a su familia y al pueblo a varios kilómetros de San José. Ya no tiene el agobio de la violencia y confirma el alivio que se vive en La Macarena. (Vea el rostro de un exsembrador de coca)
Las opciones de cambio de «cocalero» a granjero le permiten enseñarles a otros campesinos lo que es una granja integral. Para la prueba, trajo en el bus una amplia muestra de productos sembrados en su finca. Él y muchos otros campesinos del Guaviare, dedicados por muchos años al cultivo de la coca, asumieron los riesgos del negocio ilegal con los grupos armados y vivieron muchos años de violencia e inseguridad.
En el reciente encuentro del SÍ Guaviare en Bogotá, él y otros campesinos e indígenas muestran con orgullo sus cosechas de múltiples alimentos y expresan la tranquilidad que hoy día les da su finca con innovaciones tecnológicas. Uno de ellos explica con su propia experiencia lo que significa el «desarrollo rural integral» al cual se refiere el Acuerdo de la Habana. Es una realidad en curso.
Con su tierra formalizada y escriturada, dice no tener problemas de tenencia, por lo tanto cuida el agua y el bosque. Ese es un primer paso necesario para que el campesino excocalero establezca paz con la naturaleza y contribuya a mantener las fuentes de agua: La asesoría técnica es indispensable en esta fase de cambio en la economía local. El alcalde de Calamar, Pedro Pablo Novoa, explica cómo la asesoría para siembra y ganadería traerá un desarrollo para la región. Sin embargo, temas como la vía Miraflores-Calamar, necesaria para sacar productos de las fincas, implica tener mayor presencia del Estado para que no se desborden la deforestación y la migración sin control. La clave está en la formalización de tierras de Ley Segunda (baldíos de la Nación), pues actualmente la inversión está en zonas tutelables. El freno a la deforestación y la expansión de la frontera ganadera en zonas de Áreas Protegidas depende de la titulación de tierras.
En paralelo a la formalización de la tenencia de tierras está el papel educativo. En el Diálogo de Saberes Ancestrales para conservar y proteger las cuencas hídricas, la Institución Educativa Las Damas, de la vereda Las Damas, en el municipio de Calamar, y Hilswerk Austria Internacional, una ONG de ese país, han venido apoyando la construcción de un Plan Veredal. Este plan viene caracterizando las cuencas hídricas con el fin de proteger el agua y la riqueza de fauna y flora locales. En este proceso, se han adelantado cambios educativos con alumnos, padres y docentes, desarrollando un ejercicio de gestión del conocimiento ancestral. Estos avances se están dando en el marco del proyecto SI Guaviare (apoyado por Prosperidad Social , la Unión Europea y el gobierno de Austria, que llega a la fase final de cooperación). La palabra inicial la tienen los mayores de la comunidad, representantes de los Resguardos Indígenas de la zona. (Vea Una pintura de un exsembrador de coca)
Con cierta preocupación, una de las mujeres indígenas de la delegación en Bogotá que agradece a la Cooperación sus aportes se pregunta: ¿Qué pasará cuando se termine el acompañamiento internacional en dos meses?
Esta pregunta es muy pertinente pues en general, la cooperación tiene términos fijos y quedan procesos comunitarios iniciados, bajo la responsabilidad del Estado nacional, la Gobernación y las Alcaldías. ¿Están preparadas las autoridades locales para continuar con estos procesos? Se trata justamente de zonas donde hasta hace poco estaban los grupos armados y ahora acechan otros grupos dedicados a la deforestación, a la minería ilegal y otras actividades delictivas. Buena pregunta para la Alta Consejería para el Posconflicto.
Las comunidades que tuvieron la oportunidad de visitar la capital hacen parte de la Zona de Reserva Campesina del Guaviare, un Distrito de Manejo Integrado – DMI- que hace parte del Área de Manejo Especial de la Macarena, como Zona de Recuperación para la Producción Sur ( decreto 1989 de 1989). Los Distritos de Manejo Integrado constituyen una de las siete categorías del Sistema Nacional de Áreas Protegidas – SINAP- en el marco de la legislación colombiana ( decreto 2372 de 2010). Vale recordar que un Area Protegida es un » espacio geográfico cuyos valores naturales y culturales asociados se ponen al alcance de la población humana para destinarlos a su uso sostenible, preservación, restauración, conocimiento y disfrute. «V( cf. decreto 2372 de 2010, art 14). En la Region también se ubica » La Lindosa » un parque arqueológico con pinturas rupestres que el Instituto Colombiano de Antropología e Historia está estudiando para hacer de este lugar un modelo de arqueología para La Paz.
La intervención de la Unión Europea y Austria en una región tan vulnerable como la Macarena, se orientó hacia la elaboración de un Plan Veredal. Este es un instrumento de planeacion con enfoque territorial, construido a partir de un diagnóstico comunitario. El Plan Veredal permitió identificar alternativas de solución a los problemas que limitan el desarrollo dentro de una vereda, como unidad territorial. Este ejercicio se realizó con el apoyo de un equipo técnico de ingenieros agrónomos, forestales, veterinarios, trabajadora social, administrador de empresa y profesionales de apoyo, para trabajar con las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas, en asoció con Prosperidad Social, la entidad nacional que coordina la Cooperación en esta zona del Guaviare, con el apoyo de Parques Nacionales, el SINCHI, instituto de investigación científica Amazonica y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia ICAHN.
En conclusión, el Diálogo de Saberes Ancestrales para proteger y conservar las fuentes hídricas y la riqueza de flora y fauna en el Guaviare, constituye un precedente para futuras intervenciones en la Amazonia: los embajadores del Guaviare trajeron a Bogotá muestras de como se valoran los productos del bosque, como se puede hacer Ganaderia sostenible, como la coca se puede sustituir por una agricultura rica en variedad de productos para la dieta familiar y vender los excedentes. Mujeres de varios Resguardos Indigenas del Guaviare mostraron sus habilidades en la fabricación artesanal a partir de fibras del bosque y en la preparación de alimentos para una culinaria Amazonica que garantice la seguridad alimentaria. Que sea esta la oportunidad para agradecer el apoyo de la Delegación Europea en Colombia y su embajadora Ana Paula Zacarías y del Gobierno de Austria, representado en Colombia por Marianne Feldmann, por apoyar el intercambio de saberes ancestrales y facilitar opciones de desarrollo rural integral sostenible en la Amazonia colombiana.
@margamiel
Marzo 2, 2017