por Margarita Pacheco Montes*
Ante tanta tragedia inducida por la vulnerabilidad del clima y los caprichos destructores de la economía de mercado, no debemos olvidar que no solo los volcanes y tsunamis generan tragedias.
Foto: Serouj Ourishian / C.C.
El gobierno de Armenia, país montañoso del Cáucaso, y la Estrategia Internacional para la Reducción de Riesgo de Desastres (UNISDR en inglés) invitaron a un grupo de comunicadores de distintos países a Ereván, capital del país ubicado en la frontera imaginaria entre Europa y Asia, para constituir una plataforma de comunicadores comprometidos con la cultura de la prevención.
Esta iniciativa, lanzada por la directora de UNISDR, Margareta Walhstrom, reconoce el papel central de los medios que contribuyen, con un enfoque educativo y de sensibilización ciudadana, a la transformación de valores frente a la actual forma de atención a los riesgos y la ayuda humanitaria.0
Y es que la burocracia de los desastres, la distribución masiva de alimentos, en muchos lugares del mundo, son una fuente de corrupción y generación de mercados paralelos. Asimismo la atención de emergencias y la prevención ante los desastres, amerita en el 2016, una profunda revisión.
En el seno de las Naciones Unidas se necesitan transformaciones estructurales para poder atender con eficiencia y dignidad a millones de personas que buscan refugio en Europa. El trágico ejemplo de una crisis de civilización, de proporciones no imaginadas, requiere de una voluntad política al más alto nivel en la toma de decisiones.
Ante tanta tragedia inducida por la vulnerabilidad del clima y los caprichos destructores de la economía de mercado, no debemos olvidar que no solo los volcanes y tsunamis generan tragedias. En los países andino amazónicos como Colombia, Perú, Venezuela y Ecuador, también se producen tragedias ambientales y sociales por: la tala de miles de hectáreas de bosque; vertimientos de ciudades y poblados de contaminantes a las aguas, suelos y aire; proliferación de urbanizaciones en humedales; minería desbaratando montañas que se ruedan a los ríos; licencias para remplazar selva por agricultura extensiva usando pesticidas y aguas robadas al subsuelo. Estas prácticas del “desarrollo” en curso, se suman a otras, como explotaciones petroleras y construcción de autopistas que serpentean en medio de reservas forestales. La visión de la urgencia allí no existe, todo se muestra como progreso y competitividad, sin importar la vulnerabilidad del territorio y las amenazas de extinción del patrimonio natural.
En Erevan nos planteamos entre comunicadores y urbanistas, cómo están conectadas las múltiples causas de los riesgos y desastres, los periodistas y los medios de comunicación. El compromiso es fortalecer vínculos colaborativos ante la incipiente cultura de la prevención. Los sistemas de atención de emergencias y desastres están confrontados a una profunda transformación. La vulnerabilidad climática, los acuerdos (no vinculantes) de la Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre Reducción de Riesgos en Sendai (Japón) y la COP 21 de 2015 en París necesitan amarrarse a nivel local y nacional. Fueron los mismos gobiernos que negociaron estos marcos de acción los que deben ahora poner en marcha, de forma coherente y coordinada, la cultura de la prevención, para iniciar el 2016.
En Colombia tenemos una tremenda oportunidad en 2016 para que los principios marco acordados por nuestro país en las conferencias de Sendai y Paris, sean incluidos en los nuevos Planes de Ordenamiento del Territorio, POT en forma de estrategias de reducción de riesgos, resiliencia ,saberes comunitarios, adaptación y mitigación al cambio climático.. Alcaldes, gobernadores y Corporaciones Autónomas Regionales, están en la obligación de hacerlo. Con la inclusión de la cultura de la prevención, los medios de comunicación juegan un rol clave, para monitorear a los elegidos y prevenir la improvisación y la corrupción.
En un plano global, las bases del Marco de Acción de Sendai y los compromisos en la COP 21 en Paris, son de obligado estudio y cumplimiento. Un buen ejemplo es el papel de la comunicación y mensajes educativos que se han asumido en Ereván después del terremoto de 1988, en la Republica de Armenia. El enfoque transversal de la cultura de la prevención que ha sido liderado por la sueca Margareta Wahlstrom, debería ampliarse a todas las agencias del sistema de Naciones Unidas, que requieren de una profunda transformación. Ojalá ella sea la candidata elegida para remplazar a Ban Ki Moon este Agosto 2016.
*Arq-urbanista ambiental, miembro Recnet y KLN @margamiel