La preocupación del electorado juvenil sigue creciendo en estas elecciones 2018-2022. Las organizaciones solicitan al próximo presidente y vicepresidenta que el Plan Nacional de Desarrollo esté #AlClimaconelPaís. Piden incorporar la sostenibilidad en las regiones, como un derecho fundamental que reclaman jóvenes campesinos, pescadores, habitantes de Resguardos Indígenas y Territorios Colectivos de comunidades Negras.
4/26/2018
Por: Margarita Pacheco M.
La preocupación del electorado juvenil sigue creciendo en estas elecciones 2018-2022. Las organizaciones solicitan al próximo presidente y vicepresidenta que el Plan Nacional de Desarrollo esté #AlClimaconelPaís. Piden incorporar la sostenibilidad en las regiones, como un derecho fundamental que reclaman jóvenes campesinos, pescadores, habitantes de Resguardos Indígenas y Territorios Colectivos de comunidades Negras.
Ahora y después de la segunda vuelta, ellos seguirán debatiendo los temas ambientales prioritarios del país, que deben ser tratados con rigor científico e información cartográfica actualizada, necesaria para que se cumplan las metas acordadas en #ColombiaVotaSostenible.
Uno se pregunta cómo se dan escenarios de sostenibilidad en regiones amazónicas maltratados como el Guaviare, Caquetá y Putumayo, entre otros, donde se mezclan el narcotráfico, la deforestacion, el acaparamiento de tierras, la contaminacion de ríos y humedales con mercurio, disidencias y bandidos deambulando. A poblados y veredas en estas selvas y llanuras también deberá llegar el mensaje #ColombiaVotaSostenible, que incorpora el respeto por el conocimiento ancestral de los que viven y cuidan ecosistemas para poder vivir en paz con la naturaleza. Por esas y mil razones más, invitamos a un frente comun pre y poselectoral para votar por la sostenibilidad.
Son válidas y oportunas las múltiples iniciativas de jóvenes que están en redes sociales promoviendo debates ínter-generacionales, valorando experiencias y conocimientos de ambientalistas adultos mayores. El nuevo Gobierno nacional deberá escuchar atentamente estas voces, remozando las representaciones de distintos sectores en el Consejo Nacional de Planeación CNP.
Esta instancia participativa constitucional jugará un papel clave en la ruta hacia un modelo de desarrollo enfocado hacia la comprensión de la sostenibilidad de las distintas regiones. Nuestro próximo representante ambiental al CNP, en alianza con otros representantes de sectores sociales, educativos y sindicales, deberán revisar las rutas y estrategias del Plan Nacional de Desarrollo (PND), antes de que este sea aprobado por el Congreso como Ley del Plan. Ya es hora de iniciar la pre-selección de candidaturas en cada sector para proponerle al Departamento Nacional de Planeación, candidaturas idóneas no politizadas.
En la coyuntura está latente la expectativa por el voto de opinión en la primera vuelta. En el primer round ya escogimos, a pesar de encuestas y chismes de salón. La iniciativa juvenil está vigente porque no todo está amarrado a una visión donde locomotoras extractivas, agroindustriales y de infraestructura pasarán por encima de la biodiversidad y de las consultas populares. Ya existen blindajes jurídicos para proteger el interés local sobre el nacional.
En #ColombiaVotaSostenible primará el modelo energético donde se acelerará la transición hacia energías limpias, en especial en territorios olvidados como la Guajira, bendecidos por la abundancia tropical de luz solar y vientos marinos. Allí también se respetarán los conocimientos ancestrales para conservar el agua y la riqueza del bosque seco.
Cómo polinizar los mensajes de los jóvenes para que el nuevo gobierno haga atractivo el campo para ellos, ponga en marcha el desarrollo rural integral y se pueda repoblar el campo con trabajadores educados, independientes y emprendedores?
#ColombiaVotaSostenible debería inspirar estrategias para que el presidente electo acoja el pensamiento complejo y desarrolle una Colombia diversa en culturas, paisajes y climas, y así mostrar al mundo la riqueza biológica que tenemos. Este enfoque exige poner límites claros a otros sectores productivos que si bien producen riqueza en el corto plazo, afectan el largo plazo la sostenibilidad regional.
En esa ruta, rendimos homenaje a mujeres como Francia Márquez y Nohra Padilla. Ambas han ganado el Premio Goldman al Ambiente, fundado por Richard y Rhoda Goldman en 1989 “para reconocer activistas ambientales trabajando para hacer la diferencia en sus comunidades, en sus países y para el planeta”. Cada año el Premio honra seis “guerreros de base”- uno por cada una de las regiones más pobladas del planeta.
Francia Marquez lo ganó por América Latina, compartiendo honores con las siguientes personas: Makoma Lekalakala and Liz McDaid, dos mujeres, una negra y una blanca, de Sur Africa, lograron frenar el acuerdo nuclear secreto entre su gobierno con Rusia, protegiendo a su país de una inminente expansion de la industria nuclear y la producción de desechos radioactivos. La científica vietnamita Khanh Nguy Thi, utilizó investigaciones estatales para hacer proyecciones energéticas de largo plazo, enfatizando los costos e impactos ambientales en el uso del carbón. Logró reducir la dependencia del carbón para transitar hacia energías más limpias en Vietnam.
Claire Nouvian, la francesa defensora de los océanos y la vida marina, logró con una campaña enfocada en ilustrar las prácticas destructivas de pesca de arrastre en las profundidades marinas, presionar exitosamente a la cadena de supermercados y de flotas pesqueras Intermarché, a cambiar las prácticas pesqueras. Logró una coalición para presionar con cabildeo, el apoyo del gobierno francés para la prohibición de la pesca de arrastre en la Unión Europea. Manny Calonzo, el único hombre entre los ganadores, lideró una campaña en Filipinas que permitió persuadir al gobierno de prohibir la producción, uso y venta de pinturas a base de plomo y la creación de una certificación que asegure que los fabricantes cumplan con estándares. En 2017, el 85 por ciento del mercado de la pintura en las Filipinas se ha podido certificar como libre de plomo.
En Flint, Michigan Estados Unidos, LeeAnne Walters, lideró´un movimiento ciudadano que comprobó la crisis del agua del acueducto local. El resultado mostró que una de cada seis hogares el agua tenía altos niveles de plomo, excediendo los umbrales de seguridad establecidos por la agencia ambiental estatal EPA. Su persistencia permitió que el gobierno tomara acción y garantizara que los residentes de Flint tuvieran acceso a agua limpia.
Estos ganadores del Premio Goldman 2018, junto con Francia Márquez, votan por la sostenibilidad del planeta. Ella, una formidable líder de la comunidad afro colombiana, quien organizó a las mujeres de La Toma, logra frenar la minería de oro ilegal en su tierra ancestral. Ejerció continua presión sobre el gobierno de Colombia liderando una marcha de diez días y miles de kilómetros recorridos con más de ochenta mujeres, caminando hasta la capital. Esta marcha resultó en el desalojo de todos los mineros ilegales y sus equipos, aunque le valió amenazas de muerte. En 2013, Nohra Padilla Herrera, mujer recicladora y líder gremial bogotana, ganó el premio ambiental Goldman en la categoría América del Sur, junto con otros cinco ganadores, en cada continente. Felicitaciones mujeres colombianas destacas por trabajar en pro de #ColombiaVotaSostenible.
Votarán también por la sostenibilidad, los representantes idóneos Ad Hoc que requiere la Junta Directiva de la CAR Cundinamarca para reemplazar a los miembros ausentes (de las ONG y del presidente de la república) que se han declarado impedidos para proteger la Reserva Thomas Van del Hammen.
Allí queda el único punto de conectividad ecológica que al ser restaurado, según estudios científicos que duraron más de 40 años, se podrá asegurar la conectividad entre los Cerros Orientales y la Sabana de Bogotá y convertir esta zona verde (no urbanizada) en el pulmón más importante de la Región Capital. Independientemente de los intereses económicos que merodean las decisiones para realinderar la reserva, este corredor ecológico es el símbolo del límite urbano que evitará la expansión urbana sobre la fértil sabana de Bogotá.
Nuestro nuevo representante de la sociedad civil ante la Junta directiva de la CAR estará firme por #ColombiaVotaSostenible.